Las películas de Crepúsculo podrían haber sido completamente diferentes si Kristen Stewart hubiese seguido sus primeros instintos que le indicaban que no debía ser Bella Swan. Al parecer, a la actriz le convencía el guión de la primera película de la saga ya que pensaba que era un poco superficial.
Luego de pensarlo mucho y leer el guión, la actriz cambió de parecer y gracias a ello ahora es una de las actrices más famosas en todo el mundo.
Según la propia Stewart, como no estaba familiarizada con los libros en los que se basan las tres películas Crepúsculo, Luna Nueva y Eclipse (próximamente también Amanecer) al leer el argumento de estas no se sintió impresionada por el romance entre un vampiro y una adolescente.
Si en un principio pensó que la historia era superficial y no muy creíble, cuando terminó de leer el guión llegó a enamorarse de los personajes y ahora está feliz con su decisión.
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